El reflujo es una afección común entre quienes asisten a consulta. Pero a pesar de ser una patología bastante frecuente, muchas veces pasa desapercibida o no es correctamente diagnosticada.
Hay pacientes que tienen reflujo ácido periódicamente. La enfermedad por reflujo gastroesofágico es un reflujo ácido suave que ocurre al menos dos veces por semana, o un reflujo ácido de moderado a grave que ocurre al menos una vez por semana.
El tratamiento de este tipo de patología se constituye principalmente de modificaciones en hábitos alimenticios y de estilo de vida, además de medicamentos antiácidos, otorgados por el médico otorrinolaringólogo. En casos más severos se considera también una intervención quirúrgica.
Algunas de las recomendaciones conductuales para reducir el RFL son:
- Evitar el consumo de alimentos picantes, altos en grasa o muy condimentados.
- Disminuir el consumo de café, té, bebidas gaseosas y alcohol.
- Reducir consumo de tabaco.
- Incrementar la ingesta diaria de agua, idealmente 8 vasos al día.
- Consumir la última comida del día al menos 2 horas antes de acostarse.
- Inclinar levemente la cabecera de la cama, unos 15-20 cm.
Con información de la Pontificia Universidad Católica de Chile